Los defectos de la refracción son aquellos en los que la luz que entra en el ojo no se enfoca adecuadamente en la retina, que es la capa del fondo que percibe las imágenes que el ojo capta. El astigmatismo se produce porque la imagen que entra en el ojo se forma de una manera extraña.
Esto puede ocurrir porque la esfera del ojo tiene formas que no son normales (o aberrantes) y existen diferentes zonas de enfoque en el ojo. Esto hace que se puedan generar imágenes imposibles de enfocar por el ojo cuando el objeto está a una determinada distancia. El astigmatismo se puede combinar con la presencia de miopía o hipermetropía.
Qué síntomas produce
La visión es borrosa cuando se enfocan objetos situados a distancias concretas, lo que puede degenerar en cansancio visual, dolores de cabeza, irritación o lagrimeo por los esfuerzos que hace el ojo por intentar enfocarlos.
Qué complicaciones puede producir
Las complicaciones más frecuentes en los defectos de la refracción son el estrabismo y la ambliopía. El estrabismo se puede producir porque el ojo intenta compensar la miopía produciendo lo que se llama acomodación. Esta acomodación consiste en que el cristalino (la lente que hay dentro del ojo) intenta enfocar correctamente. Pero el problema es que esta acomodación puede hacer que el ojo se gire hacia dentro, de forma que la mirada converge, es decir, los ojos se pueden poner “bizcos”, que es lo que se denomina estrabismo.
La ambliopía consiste en que un ojo tiene poco desarrollo visual. Se produce porque uno de los dos ojos enfoca mal y el cerebro tiende a anular la información de ese ojo y recibir solo la del que ve bien. Si se lleva al extremo durante cierto tiempo el ojo amblíope (el ojo vago) puede terminar anulándose definitivamente.
Cómo se diagnostica
La sospecha es fundamental. Lo normal es que el propio niño la refiera, pero esto no siempre ocurre. A veces se diagnostica por los síntomas paralelos, como los dolores de cabeza o la dificultad al leer. Se suele hacer un despistaje en las consultas de revisión de pediatría pero en cualquier caso es recomendable una revisión oftalmológica anual a partir de los 4-5 años en todos los niños o estar pendiente a cualquier signo que indique que el niño pueda no estar viendo bien. El diagnóstico inicial puede hacerlo perfectamente un óptico, aunque el definitivo puede que tenga que hacerlo un oftalmólogo.
Cómo se trata
Se trata con lentes correctoras. Se recomiendan gafas siempre en los niños pequeños, mientras que los adolescentes pueden preferir lentes de contacto (lentillas). En función de la edad del niño y del grado de miopía se puede plantear tratamiento corrector o bien esperar. En general se exigen astigmatismos más elevados para poner corrección en los lactantes que en los niños más mayores.
Qué pronóstico tiene
Con corrección es muy difícil que aparezcan complicaciones, siendo el pronóstico muy bueno.
Cómo prevenirlo
Se suele hacer un despistaje en las consultas de revisión de pediatría pero en cualquier caso es recomendable una revisión oftalmológica anual a partir de los 4-5 años en todos los niños o estar pendiente a cualquier signo que indique que el niño pueda no estar viendo bien. El diagnóstico inicial puede hacerlo perfectamente un óptico, aunque el definitivo puede que tenga que hacerlo un oftalmólogo.
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